Tras la eliminación del Atlético Reynosa el pasado fin de semana, en la semifinal de la actual temporada de la Liga Premier Serie A, me he estado preguntando todos estos días, si todos los equipos tamaulipecos de fútbol profesional están condenados a fracasar o simplemente es mala suerte.
Correcaminos, Tampico Madero y Reynosa, en los últimos años han jugado liguillas y finales, e inclusive el “corre” quedó campeón en el 2011, pero no han logrado dar ese salto, conseguir sus objetivos, los de Victoria y los del sur el estado, subir a primera división y los de Reynosa y Matamoros al Ascenso, siempre pasa algo raro y se quedan en la orilla.
Atlético Reynosa, dos semifinales seguidas y hasta ahí, son 4 veces que algún equipo de esa ciudad se queda en esa misma instancia, han armado buenos equipos y ni así se ha logrado al menos pasar a la final.
Correcaminos, más de 20 años sin poder subir a primera, muchas liguillas jugadas, algunas finales perdidas y nada que suben, en reiteradas ocasiones ha llegado a tener el mejor equipo de la liga y ni así.
Tampico Madero, años de ausencia en el fútbol profesional, regresaron hace 3 a la división de plata y no han podido al menos consolidarse como club, pues ya hasta la categoría perdieron deportivamente.
Gavilanes, el que menos historia tiene de todos, pero sus fracasos ya son constantes, nunca han calificado ni si quiera a una liguilla, apenas el torneo anterior contaban con uno de los mejores planteles de toda la liga y ni así calificaron.
Ha terminado un torneo más para todos, es momento de “analizar” y reflexionar lo bueno y malo que se ha hecho, deben empezar a trabajar desde ya, si es que quieren el próximo año dar ese brinco del fracaso al éxito, ya basta que sigan jugando con la afición tamaulipeca, que sin duda es de la mejores del todo el país.